¿Eres quien planeaste o quien la vida te llevo a ser?

 Desde pequeña he tenido cierta habilidad con las letras. Me encantaría decirles que se debe a la gran cantidad de libros que he devorado a través de los años, sin embargo esta declaración sería totalmente falsa. Siendo una persona criada por la televisión, mi agradecimiento iría definitivamente hacia los increíbles guionistas de buenas series (claro que no podría agradecerle a todos, sorry Power Rangers); una disculpa, tiendo a desenfocarme del tema principal, cosa que también se lo debo a mi nana a color.

Mi pregunta aquí sería, ¿eres quien planeaste ser o te has convertido en alguien nuevo, llevado por la corriente de historias no escritas? Si bien las experiencias y oportunidades que se van presentando a lo largo de tu vida, a veces son "imposibles" de rechazar, ¿Cuántas veces realmente las has declinado por seguir con tu plan previamente trazado? Yo siempre quise ser escritora y hoy en día, gracias a increíbles sorpresas que han tocado a mi puerta, redirigí mi pasión a los eventos y al entretenimiento. Ahora, debido a la lamentable situación que vivimos mundialmente por la pandemia, mi vida profesional toma un vuelco de vuelta al punto cero y aquí es cuando me pregunto si debería retomar muy plan inicial o tomar la oportunidad que me presente el futuro. Intenté algo diferente incursionando en el mundo inmobiliario, pero sinceramente descubrí que no es lo mío, ahora me hallo buscando ofertas laborales sin siquiera poner un puesto definido en la búsqueda, enfocada sólo en tener un empleo que me de la estabilidad económica que mi paz mental me exige.

Entonces fue cuando me di cuenta que no estoy tras quien quiero ser, no la que diseñé de joven ni la que he estado creando a través del tiempo. Me encantaría que la vida fuera como las series, cuando ves que la protagonista se quedó sin trabajo y encuentra uno nuevo a la semana, resultando ser aún mejor que el anterior, recibiendo un sueldo mayor, mejores beneficios, un ambiente inigualable y de paso... encontrando a su media naranja... ay, por favor.

Disfrutaría escribirles un desenlace inspirador, con una moraleja reveladora, pero lamentablemente aún no la descubro. Con lo que si puedo cerrar este análisis, es con la innegable convicción de hacer lo que amas hacer, aunque nadie te lea, aunque nadie lo sepa...

La vida se construye de experiencias, no de miedos.

Buenas noches mis queridos ¿cansaditos? ¿todavía trabajando? ¿echando los palos? ("cubas" o "tragos", pa' que no piensen mal). Espero que ya estén acostados en sus camas, cenados, tapaditos y acurrucados; o bien, enfiestados/enrumbaos por ahí.

Pues como verán, me tardé mucho en escribir una nueva entrada, pero el día de hoy muchas ideas me pasaron por la cabeza, así como sentimientos. Llegué a una conclusión sobre mí, algo que tal vez ya sabía pero no había pasado a mi "zona de análisis".

¿Alguna vez se han dado cuenta de todas las cosas que bloqueamos? Aquellas cosas que nos hacen daño, que nos duelen, que nos dan nostalgia. Situaciones que prefieres guardarlas en un lugar oscuro, dentro de la bodega trasera de tu cabeza, donde nadie pueda accesar. Pero ¿qué pasa cuando viene el corazón con la llave, dispuesto a abrir esa puerta? Y se acerca, poco a poco, se acerca...

Hoy, después de ir a presentar un Examen Psicométrico, en el que por cierto me di cuenta de lo pésima que soy resolviendo problemas matemáticos de forma rápida y con el reloj corriendo. Llegué a mi casa, donde por el momento no tenemos tv y el internet es pobre (cuestiones de mudanza), y lo único que disfruto hacer es escuchar música que me alegre el alma (digamos que ando en esa etapa de "positivismo"). He elegido un grupo muy bueno, con un ritmo muy "sabroso", de ese que cuando entra por tus oídos, es imposible no mover alguna parte de tu cuerpo, además que instantáneamente entra un airecito a tu alma de "no me importa que pase a mi alrededor por los siguientes 4 minutos, no me hablen". En fin, me hizo reflexionar sobre mi futuro, sobre todo lo que tengo por delante y las decisiones que tengo que tomar, 'cause let's face it... I'm not getting any younger! Y esto fue lo que pasó:

Al llegar a esta relajación de cuerpo y alma, empecé a analizar en todas las cosas que hemos dejado atrás, y las que dejaremos en algún punto. Hay muchos caminos distintos, al igual que sus destinos y fines. En mi caso, mi "sueño güajiro" es ganarme la vida cantando sobre un escenario, escribiendo canciones, conociendo el mundo. Siempre lo ha sido y siempre lo será. Hay muchas formas de lograrlo y en diferentes dimensiones; podría irme a Europa a tocar mi música en bares underground, perseguir a un productor y convencerlo que me lleve al estrellato o irme a cantar en playas al aire libre, talvez en un metro, etc. ¿Pero dónde queda la familia que tanto deseo? Porque mi idea de familia no es casarme y tener hijos y ahí veremos como le hacemos ¡No! Mi caso es más complejo, quiero más de dos hijos, con una gran educación, que sean músicos, o deportistas, personas exitosas y con gran futuro, que no les falte nada, y estamos de acuerdo que para eso hay que trabajar muy duro para conseguirlo ¿Entonces? ¿vendo mi alma para garantizarle a mis hijos un futuro exitoso? o ¿sigo mis deseos de hacer música toda la vida y ya veremos qué pasa?

Pero esto no se acaba aquí, tengo otro camino tentativo que quisiera probar, el vivir sin presión social. ¿Se han imaginado cómo debe ser vivir en un lugar donde no importe qué celular tienes? ¿Qué año es tu carro? ¿Qué marca es tu reloj?... Si es que tienes. Vivir haciendo lo que te gusta, trabajando sólo para pagar renta, comida y unos trapos de vez en cuando ¡nada más! Debe ser un paraíso. Haciendo amistades verdaderas, porque si lo piensan, al no tener nada, es dificil que alguien se acerque a ti por interés. Quitarte el peso de encima que te da el estar atado a tantas cosas materiales. Claro está, que este camino conlleva a muchos sacrificios, pero el de más peso, es el alejarte de la vida que tenías, por consiguiente, de las personas que amas (tema que ya lo tengo dominado, si me conocen saben a qué me refiero). Pero en fin, viene con el paquete.

Entonces, ¿han diseñado un camino a seguir? o ¿están en el ya veremos que pasa?
Es una cuestión de elegir qué deseo te genera más satisfacción. Lamentablemente, es una vida muy corta como para cruzar todos los caminos.

Ajá Valerie, deja de filosofar tanto ¿Qué descubriste?
Lo que descubrí, fue la cantidad de recuerdos y añoranzas que tengo totalmente bloqueadas en mi interior; tantas personas que he dejado atrás, a las cuales recuerdo casi diario, pero evito el darme cuenta de la distacia que nos separa; yo pensando que era débil emocionalmente, pero en definitiva, alguien débil no aguantaría lo que tengo acumulado dentro. Cada despedida me hizo más fuerte, gracias a Dios.

El 3er. párrafo, tal vez y no le encuentren relación con lo que expresé después, pero aquí les va el lazo que los une, la relfexión de la noche. Muchas personas, basan sus vidas en lo que tienen, y no en lo que pueden tener. Gente, hay un mundo afuera esperando por ustedes, países que visitar, personas que conocer, idiomas que hablar, recuerdos que crear. Pero a veces no nos damos cuenta de este mundo porque inconscientemente, no queremos dejar nuestra zona de comfort; nuestras familias, nuestros amigos, los lugares que ya conocemos, en pocas palabras, nuestra rutina. Es algo muy doloroso el dejar todo atrás, lo sé y lo vivo diario al hablar con mis papás y amigos en Venezuela, pero por eso no se debe frenar.

La vida es muy corta como para que la vivan en un mismo lugar, con la misma gente, los mismos lugares ¡Arriésguense y vivan la vida al máximo! Hagan dinero, gástenlo; visiten una ciudad desconocida, piérdanse; preparen una maleta con 3 cambios de ropa (pero mucha ropa interior), viajen; enámorense, vuélvanse a enamorar ¡Equivóquense y pidan perdón!

No desperdiciemos el poco tiempo que nos queda (aún sean 90 años, es poco) en rutinas, por miedo o por falta de motivación ¡Denle que no viene carro! ¡Échenle webos! ¡VIVAN! Aunque a veces duelan los recuerdos, no paren, que esta vida se construye de experiencias, no de miedos.

Y sí... es un consejo que también me hago a mí.

Antes de desperdirme, les recomiendo al grupo Pistoleros de la Paz y su disco Tanto Calor. Búsquenlos en Myspace, está todo el disco. Si no les alegra el alma, es que están mal, corran a un psicólogo, por favor. Todavía tengo a "Marcela" en la cabeza, cuando los escuchen entenderán.

¡Gracias y buenas noches amigos!

Ilusión

Buenas tardes a mis lectores, todavía inexsistentes.

Estoy segura que alguna vez te has preguntado ¿Qué será de mi vida? ¿Dónde terminaré? ¿Estoy haciendo lo que quiero? o sólo lo que puedo, y la más aterradora de las preguntas ¿Soy feliz?

Hay momentos en la vida, que por ninguna razón aparente, te detienes y te ves en la necesidad de analizar tu alrededor. Ahí es cuando las preguntas antes mencionadas se hacen notar. 

El hecho de salir de una relación que te hacía daño, pero por alguna razón no podías salir de ella, pasando meses o tal vez años, triste, enojada o simplemente, sin ser feliz; Tal vez te quedaste sin trabajo, ya sea por tu decisión o de otros; Te viste forzado a cambiar tu estilo de vida a uno radicalmente distinto al que estabas acostumbrado. En fin, hay muchas razones por las cuales un ser humano llega al punto de análisis forzado, sobre qué ha hecho de su vida y qué hará para continuarla de la mejor manera.

De pequeños, todos, todos sin excluir a nadie, hemos tenido un sueño de quien queremos ser de grandes. Nos imaginábamos arriba de los escenarios, en frente a una cámara, saliendo del planeta Tierra en una nave espacial, creando curas para enfermos, sanando animales, y la más común donde todos los sueños se unen... ¡Siendo millonarios! A medida que uno va creciendo, estos sueños se quedan en eso, en fantasías que pudiste haber hecho realidad, pero por algún motivo, entró en ti esa terrible epidemia llamada madurez, la cual acaba (si lo permites) con todas esas ilusiones que tenías de pequeño y las reemplaza con formas menos interesantes, pero más fáciles de vivir la vida. Ojo, la madurez es un mal necesario, nos trae también habilidades que nos ayudan a lograr objetivos, nos ayuda en todas las áreas de nuestra vida, menos en la que expongo; sólo logren que la madurez los enriquezca y convierta en mejores personas, pero que no toque a ese niño que todos debemos conservar dentro.

Lograr tus planes de cuando eras pequeño, es muy complicado, dependiendo mucho de la suerte en algunos casos, pero nunca imposible.

 El problema con esta epidemia que acaba con nuestras pasiones, es que tiene contagiado al 90% del mundo y no se ve cura real para éste. Claro, hay personas que a pesar de haber dejado su sueño infantil atrás, ahora disfrutan y son increíblemente felices llevando una vida madura, a esos yo los llamo Los increíbles, a esos que supieron como alcanzar su felicidad con las armas que tenían y no dejarse sucumbir ante lo que carecían.

Por otra parte, tenemos a los que consiguieron ser lo primero que siempre quisieron ser, sin cambiar de plan para sentirse más cómodos, los que luchan día a día por convertirse en esa estrella, esos que con más de 30 años siguen con su objetivo bien claro, a esos los llamo Los héroes. Ellos son los que nos demuestran, que los sueños no son pendejadas que uno sólo se imagina de pequeños, sino una real prueba para demostrarle al mundo de qué estamos hechos.

Y por último, pero no menos importante, están Los terrenales (por favor, no se sientan ofendidos por el término). A lo que me refiero con esto, es aquellas personas que desde pequeños consiguieron sentir esa pasión por labores menos desafiantes, pero igual de complejas. Por ejemplo, tu pudiste decidir desde pequeño ser abogado, no es algo imposible, nisiquiera fuera de lo común (si es que tu vida no cuenta con complicaciones más allá de lo normal), pero aquí la cuestión no es ser abogado, es ser El Mejor Abogado, eso es cumplir tu sueño.

Todos estos estilos de soñadores, se resúmen en una palabra, "PASIÓN". Los niños están llenos de ilusiones, y los que los lleva a crear esos escenarios que les traen tanta felicidad, es la pasión. Desgraciadamente, ésta es la primera que se ve afectada con la madurez. A medida que un niño deja de serlo, su pasión disminuye, mientras sus preocupaciones y la monotonía diaria aumenta. La cuestión es, nunca perder la pasión, nunca permitirte vivir sin un motivo que te levante de la cama, pensando que será un gran día.

Yo tengo un sueño, que las personas que me conocen, saben cual es; todavía no he renunciado a él, aunque cada día se me está haciendo más difícil y angosto el camino. Pero hay un sueño, un sueño que me hace parte de Los terrenales, que considero que es el más terrenal de todos y es el que más me importa. Ser mamá.

Nunca dejen de soñar, no lo permitan. Acepten la madurez, pero nunca olviden la pasión, ni el niño que habita en nuestro interior. Sepan equilibrar, tracen un objetivo y ahora sí... ¡A ser felices!